Fuchsia es un género de plantas que pertenece a la familia de las Onagráceas. En Europa se la conoce popularmente como Fucsia y en América Aretillo. Otros nombres comunes son Pendientes de la reina, Aljaba, Corales…etc.
El género Fuchsia comprende algo más de 100 especies distribuidas principalmente en Centro y Sur de América, aunque también se encuentran algunas en Oceanía. El nombre de Fuchsia viene en honor del botánico alemán, Leonhart Fuchs (1501-1566).
Es una planta que destaca por sus flores es que las podemos encontrar de formas simples, dobles e incluso semidobles, fruto de constantes hibridaciones.
La floración de la Fucsia se produce desde mediados de primavera hasta finales del verano. Y aunque no es normal que se fecunden, su fruto es una baya pequeña que presenta numerosas semillas pequeñas en su interior.
Se reproduce mediante esqueje y rara vez por semillas salvo para la obtención de nuevas variedades.
Las Fuchsias se pueden colocar tanto en interior como en exterior. Y según la variedad en la modalidad de porte colgante, arbustivo o como pequeño arbolillo de pie alto. En estos dos últimos casos, con tutores ya que sus ramas suelen ser bastante frágiles.
Los cuidados de la Fuchsia son fáciles y si se siguen con cierto rigor, es una de las plantas que se pueden disfrutar durante años.
Como planta de jardín, prefiere una exposición de semi sombra y un clima de semi cálido a templado. El exceso de calor le perjudica notablemente.
La tierra debe de ser turbosa y con buen drenaje. Con un pH ligeramente ácido y con un abonado de fondo equilibrado.
El riego debe de ser abundante en verano y moderado en primavera. En invierno los reduciremos al máximo ya que la Fuchsia es cuando inicia su período de reposo.
Prefiere temperaturas entre 15 y 22ºC y no soporta las heladas. Se puede abonar cada dos semanas con fertilizantes que no sean muy ricos en nitrógeno y sí en potasa. Esto evitará que la planta crezca de forma débil y se potenciará su floración.