El Viburnum opulus es una de esas especies que no pueden faltar en ningún jardín, ni siquiera en una terraza soleada.
Conocido como bola de nieve, mundillo o sauquillo, esta especie es nativa de Europa, Noroeste de África, Asia Menor, el Cáucaso y Asia Central. Es una planta arbustiva caducifolia que puede alcanzar una altura entre 2 y 5 metros. Pertenece a la familia Caprifoliaceae.
Produce tal cantidad de flores en forma de bolas que son una auténtica maravilla, y su mantenimiento no es complicado.
Las flores, que brotan en primavera, son blancas y se agrupan en corimbos de 5 a 10 centímetros de diámetro. Una vez polinizadas producen bayas de color rojo brillante cuyo tamaño es de unos 8 mm. que son comestibles para los animales excepto para los humanos.
Es una planta que tiene que colocarse en el exterior, ya sea a pleno sol o en semisombra.
Sus raíces no son invasivas, pero es aconsejable plantarla a una distancia de al menos 2 metros de muros, paredes, etcétera.
Crece en suelos profundos, fértiles, con buen drenaje y ligeramente húmedos. Si la plantamos en maceta, hay que utilizar un sustrato universal mezclado a parte iguales con perlita.
Se debe abonar en primavera y verano.
Si quieres multiplicar tu bola de nieve, lo más sencillo es hacerlo por esquejes. Puedes aprovechar los tallos resultantes de la poda que se hace una vez que termina la floración.
Daremos una poda de formación, eliminando las ramas y las flores secas.
A parte de ser una planta ornamental tiene propiedades medicinales tales como: sedante, laxante y antiespasmódico uterino.