El nenúfar es una planta acuática que pertenece a la familia de Nymphaeaceae. Aunque ahora la podemos encontrar a lo largo de muchas regiones del mundo, tiene su origen en Asia y en África.
Una de sus características es que la podemos encontrar en una gran variedad de formas y colores que a nadie deja indiferente.
Esta planta se diferencia de muchas otras al disponer de dos tipos de hojas muy características; unas se mantienen debajo del medio acuático, mientras que otras están en la superficie y esto tiene su razón de ser ya que sus raíces pueden llegar a medir bastante, por lo que se puede desarrollar incluso, en aguas bastante profundas.
Sus hojas le proporcionan un aspecto muy atractivo, pero también tiene una función que le ayuda en su evolución: les ayudará a controlar la proliferación excesiva de algas, ya que proporcionan sombra en el agua y algunos tipos de algas para nacer necesitan sol y calor.
El nenúfar florece normalmente entre mayo y septiembre. Aunque algunos tropicales nos están floreciendo en el jardín, casi hasta noviembre, pero no es lo habitual.
Son plantas que con pocos cuidados pueden llegar a decorar cualquier espacio, sólo les hace falta una exposición soleada y un recipiente con agua. Si no disponemos de un estanque, podemos utilizar un deposito con una profundidad de aprox. 40 cms. Unos maceteros en el fondo con tierra arcillosa y un poco de abono nos bastarán para poder plantar nuestros nenúfares. También podemos acompañarlos de otras plantas acuáticas y algunos peces para mantener a raya a las larvas de los mosquitos. a la vez que aumentamos la biodiversidad de nuestro espacio.
Como curiosidad, el nenúfar era considerado por los egipcios como un símbolo sagrado. Los egipcios alababan la característica de la flor del nenúfar por abrirse en el día con el objetivo de captar los rayos solares y luego volver a cerrarse por las noches. Cómo esta civilización daba tanta importancia al sol, consideraban al nenúfar como planta sagrada.
Lo mejor de todo es que no solo estamos hablando de un tipo de planta muy vistosa, sino también de una que puede tener toda una serie de beneficios para mejorar la salud de los seres humanos.
Por ejemplo, se pueden usar para preparar ciertas infusiones que ayudan a tratar ciertos trastornos y enfermedades como la leucorrea, gonorrea o incluso, para aliviar los síntomas que produce el cáncer de útero.
La propia raíz del nenúfar se utiliza para poder crear enjuagues bucales, cuyas características son avaladas, incluso, por los dentistas más prestigiosos.
También tiene propiedades astringentes y desinfectantes, siendo capaz de poder ayudar con el proceso de la cicatrización de piel quemada o inflamada, así como con la presencia de úlceras.
Por tanto no podemos pasar por alto esta planta y hacerle un hueco en nuestra terraza o jardín, seguro que nos dará muchas alegrías.