El genero Epiphiyllum pertenece a la gran familia de las Cactaceae. Nativos de Centroamérica. Existen multitud de híbridos seleccionados artificialmente a propósito para proporcionar floraciones espectaculares de llamativos colores.
Las primeras hibridaciones están fechadas a primeros de 1800, en Inglaterra. Desde Inglaterra las primeras plantas híbridas se difundieron por Francia, Alemania y Bélgica y a primeros del siglo XX en los Estados Unidos sobre todo en California que, gracias al clima favorables, se ha convertido prácticamente en la capital del mundo de esta planta.
La particularidad de todas las especies pertenecientes a este género es que son plantas completamente desprovistas de ramas donde las flores crecen directamente del tallo.
Son planta perennes, caracterizadas por un tallo plano, generalmente estrecho, con los margenes dentados. Están carentes de hojas y las que podrían parecer tales en apariencia son en realidad ramas, típicamente planas que a menudo crecen de forma triangular.
Otra de las particularidades de los Epiphyllum es que todas son planta epifitas, es decir que en la naturaleza crecen normalmente sobre los árboles, alimentándose del musgo o de la sustancia orgánica en descomposición que logran encontrar y enganchándose a soportes con sus raíces aéreas. Estas posiciones son ideales para ellos porque de este modo reciben el aire que circula libremente entre las ramas y luz suficiente pero no muy intensa para sus funciones fisiológicas normales.
El Epiphyllum es una planta, por tanto, que crece mejor, si se coloca en maceteros colgantes. Debe cultivarse con tierras sueltas, ricas en materia orgánica. El agua no debe quedarse estancada en el macetero o cesta. Requiere de una cierta humedad ambiental.
El periodo de floración es de primavera a verano, las flores suelen durar pocas horas abiertas. La multiplicación se realiza por esqueje normalmente.