El jacinto es una planta originaria de Asia Menor. En Europa fue introducida en el año 1562 por Turquía. Actualmente Holanda produce alrededor del 95% de los bulbos de Jacinto que se producen en el mundo. Los jacintos se comercializan en maceta y como flor cortada y plantas de agua

Descripción del jacinto
Tradicionalmente, el Jacinto, además de como una planta bulbosa de jardín, se ha cultivado en interior colocando el bulbo sobre un recipiente con agua. El bulbo comienza a enraizar, le salen hojas y en el centro de la roseta de hojas aparece la compacta flor. Dichas flores inundan de perfume cualquier rincon del jardín y de ima estancia sin los tenemos en interior.

Hoy en día, lo más habitual es encontrar los jacintos cultivados en macetas y jardineras, comenzando a florecer a comienzos de primavera.
Riego del jacinto
Es importante asegurarnos de que no le falte agua, por lo que colocaremos el tiesto en un plato donde no falte ésta. Durante la floración, la tierra debe mantenerse siempre húmeda.
Luz para el jacinto
Si colocamos el jacinto en un lugar fresco del hogar y no demasiado luminoso, conseguiremos que la flor se vaya abriendo lentamente y, por lo tanto, dure más.
Floración del jacinto
Si se cultiva en exterior, la floración se produce en primavera o finales de invierno, como es nuestro caso. Para interior, se pueden obtener bulbos forzados con floraciones invernales.
Consejos para cultivar el jacinto
Partimos de que el jacinto no nos va a durar mucho tiempo en flor, por eso hemos de intentar adquirir ejemplares donde la flor está empezando a abrirse, ya que si compramos uno con toda la flor abierta, en casa su duración será más breve.

El bulbo del jacinto no se naturaliza tan bien como el del narciso, pero si tras la floración queremos salvar la planta, la trasplantaremos a un tiesto mayor con un sustrato bien abonado y lo colocaremos en la terraza, balcón o ventana. Las hojas seguirán creciendo y cuanto más grandes y verdes sean, más garantías tendremos de que el bulbo que queda bajo tierra alcance el tamaño suficiente para que al año siguiente nos sorprenda con una o dos flores nuevas.
Si los tenemos en tierra, los dejamos de un año para otro. Cada año nos sorprenden con llamativas flores.
Fuente: Infoagro.com