El Hippeastrum es el nombre del género de plantas perennes y bulbosas de la familia Amaryllidaceae. Es una planta bulbosa excelente para ser cultivada en maceta, aunque también se puede utilizar en jardinería como planta bulbosa naturalizada.
El Hippeastrum es originario de Chile y su nombre científico es un término que procede del vocablo griego Hippos, que significa caballo. Fue descubierta por el joven médico alemán Eduard Frederick Poepping sobre el año 1828, durante una exploración de investigación botánica en las cumbres de la cordillera de los Andes Chilenos.
Dentro del género Hippeastrum existen diferentes especies que han sido cultivadas intensamente por la belleza y tamaño de sus flores. Las empresas especializadas en su producción han originado con su trabajo numerosos híbridos y variedades, principalmente derivadas de las especies originarias de Brasil, Bolivia y Perú.
Florece en primavera y sus flores se encuentran en el extremo de unos largos tallos, ofreciendo diferentes espectros cromáticos en función de la variedad.
La compra del bulbo es la mejor opción para el cultivo del Hippeastrum ya que tendremos prácticamente todas las garantías de éxito. Otras opciones son mediante su multiplicación por bulbillos o por semillas. En el caso de semillas, estas son fáciles de obtener de la propia planta si esperamos a que sus flores las produzcan. Pero con las semillas tendremos que tener paciencia hasta que los bulbos desarrollen y estén preparados para florecer.
El sustrato adecuado para el Hippeastrum puede ser un sustrato universal. Pondremos un poco en la base de la maceta y sobre él, el bulbo en posición vertical. Añadiremos el suficiente sustrato en el fondo para que el bulbo quede cubierto sólo hasta la mitad. Es una planta bulbosa que crece con el bulbo semienterrado, nunca cubierto en su totalidad.
Una vez plantado, durante los primeros días de cultivo bastará con mantener el sustrato húmedo. Paulatinamente se irán aumentando los riegos en cantidad y frecuencia según vaya creciendo la planta. Normalmente es suficiente con asegurarle un sustrato húmedo.
Al principio, tanto el inicio de brotación de sus hojas como sus flores (y sus raíces), lo hace recurriendo a las reservas de su bulbo. Por ello, las necesidades de agua y nutrientes crecen conforme avanza su cultivo.
Cuando se marchiten sus flores, cortaremos su tallo floral lo más cerca posible del bulbo ya que no nos interesa que la planta pierda energía desarrollando las semillas, salvo que queramos obtenerlas para realizar su multiplicación con ellas.
El Hippeastrum continuará su cultivo emitiendo más hojas y engrosando su bulbo, hasta la primavera siguiente.
En La Almunya del Sur, los conservamos durante todo el otoño-invierno en los maceteros o directamente en el suelo. En otras latitudes los sacan del suelo y los conservan guardados en cajas hasta la próxima estación.